�Los bebedores ya no pasan trabajo en ninguna parte porque en el poblado más humilde y distante hay por lo menos dos bodegas o cantinas de expendio de licor, situación que está poniendo en estado de alerta a la población, que se preocupa por este abuso de las autoridades al permitir la apertura de estos lugares� señaló Brígida Consuegra, integrante del grupo católico de Tortí.
Puntualiza, que ya no se escapa un solo poblado en la que usted visite y no encuentre un lugar de expendio de bebidas alcohólicas, porque por muy pequeño que sea el poblado por lo menos encuentra de uno a dos lugares equipado con bebida de diversas marcas, mientras que en casi todos los poblados hay serias dificultades para encontrar medicamentos imprescindibles, centros educativos en buenas condiciones y ni pensar que haya una institución pública con lo necesario para operar.
Señaló que es una lástima que en Darién existan una gran cantidad de cantinas, bodegas, parrilladas, jorones y los que diariamente improvisan para realizar actividades bailables, mientras que en los poblados donde hay escuelas están en completo abandono. Señala que en la comunidad de Tortí hay más de 15 lugares donde se vende licor.