Por referencias sí que existen en la ciudad capital de Panamá dos escuelas de Servicio Social: una en la Universidad de Panamá y la otra en la Universidad Católica (USMA). La primera dependiente del Servicio Nacional de Salud. Con ligeras variaciones las dos. Interiormente se las llamaba visitadoras, designación con la cual las conoce y las convencerá durante mucho tiempo nuestro público, inclinado por rara tendencia a no aceptar ambos nombres.
Es una profesión que responde a un sentimiento estrictamente vocacional. Lo exige la propia naturaleza de su trabajo destinado por esencia a atender a sus semejantes y estar, en razón de esto mismo, junto al dolor y los problemas que afectan al pueblo. Necesita de sólidos estudios, arraigo en la misión y sobre todo de un gran sentido de humanidad. Los asistentes sociales tienen que penetrar en lo hondo de aquellos problemas que no son por lo general económicos sino que conocen directamente de algunas o muchas insuficiencias de la vida familiar de ciertas copas modestas de la sociedad panameña. Llegan hasta éstas, al hogar mismo y buscan e ingieren cuantas informaciones sean del caso para hallar soluciones acertadas e inmediatas.
Para el asistente a la asistencia social son de orden moral, pues, penetran en el espíritu del pueblo para ver el hondo drama que lo está royendo. Drama en el que no intervienen las llegas o la gangrena que afectan la sangre, sino los que opacan el alma; en suma, las circunstancias determinan la anormalidad social.
Por lo demás, los asistentes son como una sacerdotisa del culto a una humanidad macerada por la desesperación a las cual es imperioso socorrer y señalarle el camino que los conduzcan a una vida digna y sin apremios.
Tal es nuestra impresión, grosso modo de la misión de los asistentes sociales.
Los alumnos siguen con toda atención las clase de los profesores.
La escuela de Servicio Social nace en Holanda y se funda la primera en �msterdam. Así se extiende por el mundo esta modalidad de atención al pueblo. La profesional no es siempre bien comprendida por quienes van a recibir los beneficios de su visita y de su acción.
