Dice el quinto mandamiento promulgado por Dios: "No matarás", sin embargo, esta sagrada Ley fue quebrantada por una madre que dejó dentro de un basurero a su propio hijo.
El lamentable hallazgo lo realizo un indigente mientras escudriñía un bote de basura a eso de las 7:00 de la mañana de ayer, domingo, en las inmediaciones del Centro Comercial La Gran Estación, en el distrito de San Miguelito.
El pepenador dio aviso a las unidades policiales del área, quienes se apersonaron al lugar encontrando el cuerpecito dentro de una bolsa negra.
Al sitio se apersonaron los funcionarios del Ministerio Público para el levantamiento del cadáver.
�Quién era? �Quién podría haber sido? Sea como sea, no tuvo la suerte de saborear el mundo.