La distancia, el trabajo, la lluvia, bueno, pueden existir un sin fin de razones que te alejen del ser amado, justo cuando más lo deseas, cuando la calentura se te sube a la cabeza y no piensas en otro cosa que no sea penetrarla.
Si no sabes qué hacer para saciar tus ganas, el sexo telefónico es una maravillosa idea.
Lo primero es sorprender a tu pareja diciéndole cuánto la extrañas, le hablas de amor y las inmensas ganas que tienes de poseerla. Invítala a tener sexo telefónico, al principio ella se resistirá, pero luego ante tus excitantes frases, cederá.
Dile que te diga cómo está vestida, y que se vaya quitando la ropa poco a poco, todo que te lo cuente detalladamente. Tú, por mientras, puede ir masturbándote, y dándole instrucciones a tu chica que se vaya acariciando poco a poco, hasta que ella tenga tanto deseo de mastubarse. Será una experiencia diferente, y el orgasmo será inolvidable.
Después de ese momento se harán adictos a esta forma de tener sexo.
Recuerden que la sesión puede ser intensísima y explosiva, ya que permite, inevitablemente, surgir la fantasía. Como no vemos, tenemos que imaginar. Y la imaginación lleva al más poderoso de los erotismos.