La mañana se tornaba fresca.. El sol y la luna libraban en la altura otra intensa contienda, por ver quién se asomaba primero a las instalaciones deportivas en Clayton, pero mientras eso ocurría en el cielo, en la tierra los padres de familia apostados sobre las graderías, sillas e improvisados asientos sobre la verde hierba, disfrutaban de los partidos y por ende de cada una de las jugadas, de las futuras promesas del balompié nacional.
Con gritos, consejos y aplausos los fieles fanáticos se deleitaban y al mismo tiempo, animaban a sus respectivos equipos, los cuales se fajaban en la cancha, cada uno por comenzar con pie derecho el competitivo torneo.