El debate se planteó desde el principio: �qué pasa con la información de los usuarios de comunidades online una vez que el internauta muere? Algunos sitios cierran las cuentas, otros le devuelven a la familia del usuario un CD con la información y hay algunos que incluso dejan activos sólo los perfiles, como una suerte de santuario online para que los deudos y allegados puedan seguir dejando saludos.
Al parecer, cada sitio tiene su propio protocolo para lidiar con la muerte de un usuario, según un artículo publicado por la revista Time. Por ejemplo, el correo electrónico de Microsoft, Hotmail, puede entregar un CD a la familia del usuario con todos los mensajes que tenía en su casilla. Claro, que para eso la familia tiene que presentar el certificado de defunción del usuario y un poder firmado por un abogado.
El correo electrónico de Google, Gmail, también requiere estos documentos, pero le suma la necesidad de una copia de un mensaje entre el usuario y la persona que pida el CD. En ambos casos se trata de un trámite para vaciar de información las cuentas.
Para los sitios donde se pueden subir fotos, como en el caso de Flickr, la cuenta seguirá abierta y las imágenes estarán por siempre en Internet, salvo aquellas fotos que el usuario se hubiera reservado. En ese caso, ni los familiares podrán acceder a los archivos que hayan sido marcados como "privado".
Más a mano que un cementerio, y por cierto menos lúgubre, la comunidad de Facebook permite a los amigos confirmados del usuario "que partió" que sigan visitando su página de inicio y su perfil para dejar mensajes. Claro, que se desactivan las opciones para hacer actualizaciones por obvios motivos.