A pesar del descontento de diversos sectores, los cuales reaccionan con escepticismo sobre la labor que se viene haciendo con el Programa de Seguridad Integral (PROSI), el coordinador de este proyecto, Danilo Toro, lo defiende y sustenta que "no está estancado y, por el contrario, es ahora que está levantando un vuelo significativo".
El PROSI se puso en ejecución a través de un apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y tiene como estandarte principal, alejar a la niñez y adolescencia de los peligros que encierra la calle y que han incidido en el alto índice de delincuencia juvenil que se ha vivido en los últimos años.
El aporte del BID fue de 22 millones de dólares, y según Toro, están siendo utilizados para la construcción de canchas y la preparación de un grupo de jóvenes, los cuales junto a la comunidad en general tienen la responsabilidad de educar y capacitar a los jóvenes para que no caigan en las garras de la delincuencia.