El general Rubén Darío Paredes se entró ayer a tiros con desconocidos que intentaron ingresar en horas de la madrugada a su residencia, en Las Cumbres.
Los delincuentes envenenaron a un perro y comenzaron a patear la puerta para exigirle al militar retirado que abriera. Paredes tomó su Magnum .357 que le acompaña desde los tiempos en que general y comenzó a disparar. Hubo respuestas y una de las balas rozó en la cadera a su esposa Elvira.
Se presume que en el intercambio de disparos, Paredes hirió a uno de los maleantes, porque en las afueras de la casa se encontró rastro de sangre.
El jefe de la Policía, Rolando Mirones, dijo sospechar de la banda "Mata Perros", que opera en el área y cuyos miembros hace poco salieron de prisión.