Jueves 24 de sept. de 1998

 








 

 

FAMILIA
Narcóticos sintéticos de baja potencia

James A. Inciardi

Un efecto característico de las drogas narcóticas es la adicción, un fenómeno que ha tenido muchos sentidos a lo largo de los años. La etiqueta de la adicción se ha utilizado alternativamente con "poductor de dependencia", "formador de hábito" y "acostumbramiento". También están las metáforas de "dependencia física" y "dependencia psicológica". Si adicción realmente significara todas estas cosas, casi todo podría ser adictivo: de la Coca-Cola al sexo, de mirar televisión a escuchar música rock, inclusive comer, dormir, jugar al ajedrez y respirar. La marihuana, el PCP, el éxtasis y muchas otras drogas se han llamado adictivas, cosa que no son.

La adicción es un fenómeno fisiológico con un sentido muy específico. La adicción es el deseo desesperado por una droga particular, acompañado de dependencia física, que lleva a un uso constante, lo cual da como resultado una tolerancia a los efectos de la droga y un conjunto de síntomas identificables que aparecen cuando se la suspende súbitamente. La heroína es una droga adictiva. La morfina es una droga adictiva, los barbitúricos son drogas adictivas.

Así, si bien las drogas y sus acciones deberían ser designadas en términos de su estructura química y sus efectos sobre la bioquímica celular o sistemas fisiológicos, ha habido la tendencia a clasificar la mayoría de las drogas según las actitudes prevalecientes del grupo cultural dominante y sus representantes más notorios. Sin embargo, ser precisos en las definiciones de los narcóticos y la adicción no es un intento por comprometerse en un juego semántico (como ha sido el caso con recientes intentos por diferenciar entre el consumo ilícito de drogas, el mal uso y el abuso). Los narcóticos y la adicción se basan en criterios farmacológicos objetivos, frente al enfoque nominalista de que un narcótico es cualquier cosa que alguien quiera llamar un narcótico. En última instancia, sin embargo, con tantas aplicaciones y usos diferentes de la adicción y los narcóticos, los términos se han vuelto relativamente inútiles como conceptos. Y de hecho muchos investigadores del campo de las drogas los han abandonado por este mismo motivo, prefiriendo designaciones como consumidores de heroína, consumidores de cocaína y drogadependencia.

HEROINA: "LA SUSTANCIA MAS PELIGROSA DE LA TIERRA"

Conocida entre sus consumidores como mierda, bofetada, caballo, harry, henry, H. jones, chico, marrón, alquitrán negro o simplemente droga o basura, muchas personas de la comunidad encargada de hacer cumplir la ley y del público en general llaman a la heroína "la sustancia más peligrosa de la tierra". Por cierto, la heroína es un poderoso narcótico. Muchas veces más potente que la morfina, suprime la actividad respiratoria y cardiovascular, tiene fuertes efectos analgésicos y un elegado potencial adictivo. En niveles de sobredosis, la heroína puede producir coma, conmoción y en última instancia paro respiratorio y muerte. Durante la mayor parte del siglo XX, la heroína ha sido la droga de la que se abusa más discutida y la más temida. Sin embargo, para aquellos involucrados en la distribución, producción, venta y consumo de este polvo cristalino, la heroína es algo totalmente diferente. Representa la piedra miliar de muchos mundos únicos con sus propias metas, valores, reglas, necesidades y logros peculiares.

 

 

 

 



 

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