EDITORIAL
Acusación Filipina contra Panamá
El semanario "El Boletín",
impreso especializado en asuntos marítimos y canaleros, cuya respetabilidad
nadie cuestiona, recoge a titulares la protesta que la Unión de Marinos
Filipinos (UFS) formula contra nuestro país, resultante de manipulaciones
en las normas que establecen los requisitos de competencia para ejercer
oficio de marino, en naves panameñas.
De acuerdo con la querella, Panamá alteró para sus propios
beneficios las exigencias del Registro Panameño de Naves al aplicar
restricciones a los certificados temporales de competencia que respalda
la idoneidad laboral de las tripulaciones; documento identificado en el
mundo marítimo con las siglas TCC.
El signatario de la acusación, Nelson Ramírez, Presidente
de la entidad gremial filipina, sostiene que Panamá redujo arbitrariamente
el período de validéz del TCC, de doce a ocho meses, para
de esa manera "sacarle más dinero a la gente"; para respaldar
tales afirmaciones señala que en dos años los trabajadores
del mar deben renovar el certificado tres veces, lo que se traduce en desembolso
de seiscientos noventa balboas, en vez de los cuatrocientos sesenta que
cancelaban con anterioridad.
La querella del sindicato filipino resalta que la decisión aplicada
por Panamá "no añade, no agrega nada a la seguridad internacional
en alta mar", y es simplemente una excusa para esquilmar estos dineros.
Por otra parte reclama el quejoso gremialista la decisión panameña
al desconocer la idoneidad de los certificados de competencia standard que
emite Filipina y exigir la obtención del panameño, lo cual,
en el entender de los agremiados, conforma "un robo a la luz del día",
sin detenerse a valorar que la documentación filipina es aceptada
sin reservas por otros Registros Navieros, entre ellos, el Reino Unido,
Liberia, Holanda, Noruega y Bahamas.
La renovación de los certificados de marinos en naves bajo bandera
panameña ha sido desde hace varios años materia de censuras
y críticas, cuando personeros de la dictadura norieguista, de cercano
parentesco con el sátrapa, recibieron las autorizaciones para expedirlos,
materializándose entonces un codiciado y rentable negocio que sirvió
de sinecura a favoritos del régimen.
Las relaciones marítimas panameñas con Filipinas transitan
hoy un difícil momento, cuando esa nación anuncia que requerirá
de Panamá el traslado de jurisdicción de los casos judiciales
que promuevan marinos de aquella nacionalidad; acción que según
las estimaciones de "El Boletín" desviará millones
de dólares en litigios, desde Panamá a las Filipinas.
Las autoridades fiscales tienen la responsabilidad de atender estos asuntos,
con prontitud y desvelo, evitando que los esfuerzos realizados para crear
la Autoridad Marítima de Panamá, resulten negados por decisiones
improvisadas de sesgos sospechosos, que funcionan contra los intereses marítimos
nacionales.
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AYER GRAFICO |
Conjunto "Bella Luna", de Ceferino Nieto, en sus inicios en el
año 1949, en Chitré. |
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