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Ayman Zawahiri.  |
BUDAPEST.- La Interpol ha emitido una petición de arresto contra el 'heredero' de Osama Bin Laden, a petición del Gobierno egipcio. El 'número dos' del principal sospechoso de los atentados del pasado día 11 es Ayman Zawahiri, fundador de la Yihad Islámica egipcia y 'cerebro' de numerosos atentados. Los tribunales de su país, Egipto, lo han condenado a muerte por estar involucrado en el asesinato de 18 'rangers' estadounidenses en Somalia, entre otros ataques.
La Yihad Islámica de Egipto es una de las 27 entidades presentes en Estados Unidos cuyos bienes ordenó congelar el presidente estadounidense George W. Bush el lunes. Estados Unidos considera que este grupo es un aliado clave de la organización de Bin Laden, Al Qaeda.
"Los 179 miembros de la Interpol deben tratar de encontrarle y si tienen éxito, deberán notificárselo a la oficina de la Interpol en El Cairo y a su sede en Lyon", dice el comunicado de este cuerpo internacional de policía. La Interpol celebró una conferencia en Budapest para celebrar su 70 aniversario.
EL LUGARTENIENTE DE BIN LADEN
Zawahiri figura en la lista de criminales más buscados por la policía cairota, que le atribuye el atentado de 1995 contra la Embajada egipcia en Pakistán. Los tribunales de su país de origen le han condenado a muerte, aunque nunca han podido ponerle las manos encima.
Es, sin duda alguna, el más relevante lugarteniente de Bin Laden. Fue él quien acuñó la etiqueta de Frente Islámico para la Lucha contra Cruzados y Judíos, que desde febrero de 1998 engloba a grupos terroristas en una veintena de países. Entre sus ayudantes, además del ex policía Atef, se cuenta Sobhi Al Sitta, alias Abu Hafas Al Masri, quien intervino en el ataque contra las embajadas de EEUU en Nairobi y Dar es Salam.
En enero, una hija de Sitta se casó con un hijo del Bin Laden. La boda se celebró en la ciudad afgana de Kandahar, la transmitió una cadena de TV del Golfo y ofreció a la CIA, el FBI, la Casa Blanca y el Pentágono una ocasión única para eliminar a toda la cúpula de La Base. Por razones políticas, Washington renunció a volatilizar con misiles la ceremonia a la que asistían Bin Laden, el doctor Zawahiri y muchos otros. |