EDITORIAL
El terrorismo opaca los problemas nacionales
Mientras que las noticias sobre la cruzada contra el terrorismo internacional ocupan las primeras planas de los medios de comunicación, en Panamá distraemos la atención de los problemas nacionales y nos ocupamos de un asunto que tiene interés pero que no es prioridad.
Un convulsionado Colón, por las manifestaciones callejeras y la incertidumbre que se vive en Puerto Armuelles con la situación de la compañía bananera, han pasado a segundo plano por que así somos los panameños: claridad en la calle, obscuridad en la casa.
Tanto la segunda ciudad del Istmo como Puerto Armuelles, son dos bombas de tiempo a punto de estallar. Algunos ciudadanos de Colón siguen insistiendo en el otorgamiento de becas gubernamentales, mientras que los chiricanos de Puerto Armuelles parecen no advertir las consecuencias catastróficas que se derivarán en la economía si la empresa frutera se va del país.
Otro problema doméstico que pareciera no tener relevantes consecuencias es el del municipio de Pedasí que se ha declarado en quiebra y al que le han cortado la luz, el teléfono y no tiene para el pago de la planilla de los servidores públicos. Es vergonzoso que teniendo la Presidenta de la República ondas raíces pedasieñas, se dé una situación tan precaria como lo ha denunciado el propio alcalde del lugar.
A todo esto, sigue la contaminación de un río que desemboca en las playas de San Carlos, sin que hasta el momento el Ministro de Salud tome cartas en el asunto. Esa es un área turística y las repercusiones no serán favorables para esta industria desde el momento en que se está impulsando el desarrollo de todo el litoral Pacífico.
Mientras que una parte del país sigue con el placer morboso de supuestas relaciones entre altos jefes del �rgano Ejecutivo y se ocupan más de los temas internacionales como la inminente guerra contra los talimanes, en sectores suburbanos de la capital los mosquitos amenazan con una epidemia de dengue y la falta de agua potable sigue agobiando a los citadinos. A todo esto, cuando los precios internacionales del crudo están bajando, en Panamá la gasolina sube por que no hay un control serio entre los distribuidores. Estamos en un limbo porque la luz del progreso tiene una débil proyección y la noche no se ha quedado atrás.
PUNTO CRITICO |
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