Un joven recién nombrado custodio de la cárcel llegó unos días antes a su primer día de trabajo, pero justo antes de que se anunciara ante sus superiores, se armó un montín en la prisión, justo en ese momento sufre un desmayo y queda en la celdas de los más temidos: la 211.
Al despertar se da cuenta, pero ya no puede hacer nada y se hará pasar por uno de los privados de libertad.