En muchos casos el temblor de manos, problemas de sueño y pérdida de memoria que se asocian con el alcoholismo se atribuyen de manera errónea al envejecimiento.
Tal vez usted conozca alguna persona mayor a quien dejar de trabajar le fue más difícil de lo que pensó, probablemente acaba de perder a su cónyuge, o bien, quizá cada noche se organice una reunión de jubilados, y por ello ha comenzado a beber o incrementado su consumo de alcohol, lo que puede derivar en un problema de salud, que cada vez afecta a mayor número de personas de la tercera edad.
PELIGRO SILENCIOSO
Se considera que el alcohol es una droga peligrosa, porque es fácil de conseguir y nunca falta el amigo bien intencionado que incita a tomar. Por otra parte, las personas de edad avanzada presentan patrones de consumo diferentes a los jóvenes, ya que suelen beber diariamente y en cantidades menores, pero con consecuencias más graves sobre órganos y sistema nervioso. �sto se debe al deterioro del organismo propio de la edad, enfermedades crónicas e interacciones con medicamentos.
Hay algunos signos que deben tomarse en cuenta para determinar si familiares, conocidos o usted mismo presentan problemas en su forma de beber:
- La persona consume mayor cantidad de alcohol de manera frecuente y niega que esto le represente un problema.
- Manifestación de resaca, caracterizada por deshidratación, intenso dolor de cabeza, acidez estomacal, agruras, fatiga y temblor de manos.
- Pérdida de memoria, confusión mental, tartamudez, problemas de sueño, cambios en el estado de ánimo, irritabilidad y desinterés en las actividades diarias.
- Disminución de la capacidad de reacción frente al estrés.
- Incremento en el riesgo de adquirir enfermedades.
Pero eso no es todo, ya que el abuso hacia esta droga puede producir trastornos en el aparato circulatorio, mayor probabilidad de sufrir infartos y alteración del sistema nervioso. También debe considerar que corre hasta 18 veces más riesgo de sufrir cáncer en el aparato digestivo, su organismo no absorbe los nutrientes necesarios y los tejidos del hígado pueden destruirse (padecimiento conocido como cirrosis hepática).
AUXILIO
Afortunadamente, los problemas del alcoholismo son tratables y pueden prevenirse. La ayuda debe iniciar cuando se reconoce el problema, para lo cual el enfermo debe tomar en cuenta lo siguiente:
- Consume alcohol para calmar sus nervios o reducir la depresión.
- Pierde interés por comer.
- Miente para ocultar su problema.
- Bebe solo y frecuentemente.
- Necesita mayor cantidad de alcohol para sentirse bien.
- Se siente irritable, resentido o irrazonable cuando no está bebiendo.
- Tiene problemas médicos, sociales y financieros causados por la bebida.
Recuerde que las personas mayores tienen más probabilidades de recuperarse, debido a que cuando buscan ayuda, normalmente le dan continuidad al tratamiento. Se tiene como opción la terapia de grupo, que se basa en apoyo mutuo y reconocimiento de las desagradables consecuencias médico-sociales que trae consigo el excesivo consumo de alcohol.
Por otra parte, resulta de gran utilidad realizar actividades que produzcan bienestar, como leer, caminar al aire libre o jugar, por ejemplo, una partida de dominó. Si le gusta escribir, relate su experiencia de vida e intégrese a grupos de adultos mayores donde podrá compartir momentos agradables.