Trasladan a estadounidense Lori Berenson
a penal de la costa sur peruana
Lima
AFP
La estadounidense Lori Berenson,
recluida desde hace dos años en una cárcel de máxima
seguridad del atiplano peruano, fue trasladada el miércoles a un
penal de la costa sur para recibir "tratamiento médico especializado",
informó el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe).
Berenson, de 28 años, fue llevada desde el penal de Yanamayo,
a 4.200 metros de altura, hacia el de Socabaya, en Arequipa (1.315 km al
sur de Lima), junto a otros tres internos varones.
Una escueta nota de prensa del Inpe recalca que los internos fueron llevados
a un penal de menor altitud "considerando las correspondientes evaluaciones
médicas a las que son sometidos todos los internos sin excepción"
en las cárceles peruanas.
"Cabe enfatizar que en ningún caso se trata de enfermos graves",
precisa el texto del Instituto Nacional Penitenciario.
Henry Williams, jefe del departamento de prensa de la entidad, dijo a
la AFP que el traslado de la ciudadana norteamericana y sus compañeros
"obedece a un tratamiento médico especializado" y que su
enfermedad "no es nada serio".
Su permanencia en Socabaya dependería "de los resultados
de los exámenes médicos", agregó. El responsable
no precisó si los otros internos trasladados cumplían tambien
condena por terrorismo.
Lori Berenson fue sentenciada a cadena perpetua en marzo de 1996, luego
de que la justicia militar peruana la acusara de traición a la patria
por tener vínculos con el guevarista Movimiento Revolucionario Túpac
Amaru (MRTA).
En octubre de 1997, fuentes allegadas al penal de máxima seguridad
de Yanamayo informaron de que la norteamericana padecía artritis
en una de sus piernas, además de laringitis, a consecuencia del inclemente
frío que envuelve permanentemente el altiplano peruano.
Lo mismo que otros condenados por delito de traición a la patria,
Berenson permaneció en Yanamayo en una estrecha celda compartida,
provista de un lavamanos, un rústico servicio higiénico y
un foco de luz.
La ciudadana norteamericana llegó como turista a Perú en
noviembre de 1994, pero -según la justicia militar- era una de las
dirigentes del MRTA que planeaba asaltar el Congreso de la República.
La policía antiterrorista estableció que era colaboradora
de Miguel Rincón Rincón, condenado también a cadena
perpetua, y de Néstor Cerpa Cartolini, abatido con 13 de sus secuaces
en la recaptura de la residencia del embajador japonés en Lima, el
22 de abril de 1997.
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