Para Juan Carlos Cubillas, la victoria de ayer del Tauro 3-2 sobre el Sporting de San Migelito, fue gracias a que los toros supieron capitalizar las opciones que tuvieron durante el encuentro.
Cubilla, un siervo de Dios, reconoció ayer en RPC Televisión que "aprovechamos las oportunidades que se nos presentaron en el segundo tiempo". Asimismo, agradeció, como es su costumbre, a Dios por los tres puntos.
Cubillas reconoció la fe de sus dirigidos: "quiero felicitar a los jugadores que de principio a fin mostraron mucha fe y confianza".
Y fe era lo que necesitaba el Tauro para darle vuelta a un partido que tuvo dominio alterno, pero que al final terminó decidiendo Julián Martínez.
Tauro se puso en ventaja con un gol de Eduardo Dasent. La acción del gol fue protestada por los jugadores del Sporting, quienes reclamaban que el balón no había cruzado la línea.
Entonces el central Rolando Vidal, siempre en la polémica, exorcisó la jugada y dio validez al gol "fantasma" del Tauro.
Pero la alegría de los "aurinegros" duraría unos cuantos minutos. Hasta que Armando Polo diera otra lección de ubicación. Los delanteros tienen un lugar en el área reservados para ellos. Ahí siempre le llega el balón, ya sea por rebote o como en el caso de ayer el portero Varcan Sterling rechazara hacia donde estaba el delantero del Sporting para igualar el marcador (min 22), previo remante de Víctor Herrera.
La segunda anotación fue de Mario Anthony Torres, quien cabeceó a placer un centro medido de Luis Rodríguez en el lanzamiento de córner.
Abajo, en el marcador y con el tiempo en contra, el Tauro puso de manifiesto su fe, de la que habló Cubillas.
Así llegó el gol de Carlos Martínez, para poner el empate y a los 43 cuando la especulación y el miedo a perder aparece se decidió el partido.
La balanza la quebró Martínez con una jugada de media tijera en área chica. Su grito de gol se expandió por todo el Cascarita Tapia. Ahora Tauro se mete en la pelea.
