Hay leyendas que superaron adversidades para brillar con luz propia en las Grandes Ligas y así dejar en alto al nombre de Panamá.
Hablamos de los panameños Héctor López y Manny Sanguillén, quienes serán exaltados en 2011 en el Salón de la Fama del Béisbol Latino, que tiene como sede la República Dominicana.
López, quien fue elegido por el Comité de Veteranos de la institución, jugó 12 temporadas en las mayores, siendo el segundo istmeño en llegar a las mayores y el primero en vestir la camiseta de los Yanquis.
Terminó su trayectoria en las mayores con promedio de .269, 136 jonrones y 591 remolcadas en 1, 450 partidos.
Además, ganó la Serie Mundial de las temporadas de 1961-62 con los Yanquis de Nueva York.
Mientras, Sanguillén es elegido por el Comité Permanente de Exaltación del salón de un grupo de 24 nominados en la categoría de contemporáneos, que considera a jugadores que se destacaron en Grandes Ligas a partir de 1959.
Este versátil receptor, oriundo de María Chiquita, Colón, jugó la mayoría de su carrera con los Piratas de Pittsburgh, donde ganó dos series Mundiales en 1970-79. La de 1979 junto a sus compatriotas Renny Stennett y Omar Moreno.
En sus 13 campañas en la gran carpa conectó para .296, 65 jonrones y 585 remolcadas en 1, 448 encuentros.