ABRACADABRA
"Personal adecuado"
"Para estos cargos debemos elegir a
personas capacitadas, de limpia trayectoria y, sobre todo, vocación
democrática
Carlos Guevara Mann
El pueblo panameño
quiere un cambio y el Estado panameño lo necesita urgentemente: éste
fue el tema del martes.
Para que se dé un cambio hay que elegir el 2 de mayo al personal
adecuado que tenga la capacidad de efectuar las importantes reformas que
se requieren, de manera ordenada y democrática.
Por "personal adecuado" me refiero a presidente, vicepresidentes,
legisladores, alcaldes y representantes de corregimiento.
Para estos cargos debemos elegir a personas capacitadas, de limpia trayectoria
y, sobre todo, vocación democrática.
Este personal adecuado no lo vamos a encontrar en las filas del PRD o
de sus partidos satélites (Solidaridad, Liberal Nacional, Cambio
Democrático), porque en ese campo lo que impera es el oportunismo
y la mentalidad del botín.
Votar por candidatos del PRD o de sus satélites significará
darles a éstos carta blanca para que en el próximo período
cometan las mismas arbitrariedades y abusos que fueron la tónica
de la dictadura (1968-1989), o que han sido la característica sobresaliente
del actual gobierno.
Por eso la consigna del pueblo panameño es: ¡Ni un solo
voto al PRD o a sus satlites!
La forma lógica de llevar al poder ese personal adecuado es a
través de una nómina única de oposición, compuesta
por los mejores elementos de los partidos políticos civilistas y
los sectores independientes.
Pero este alto objetivo parece haber sido frustrado por las manipulaciones,
la intransigencia y la falta de patriotismo de unas pocas figuras de oposición.
No hay justificación alguna para la división del Partido
Arnulfista, que se ha transmitido al resto de la oposición, y aunque
ambos bandos son culpables por haber producido esa situación, la
responsabilidad principal recae en Alberto Vallarino y sus seguidores.
Alberto Vallarino se someti voluntariamente a las reglas de las elecciones
internas del Partido Arnulfista, y su renuencia a aceptar el resultado de
esas elecciones, además de inconveniente, es incorrecta.
Tampoco hay justificación para que un sector de la dirigencia
del Partido Demócrata Cristiano haya roto el compromiso político
que esa organización asumió junto al Partido Arnulfista, el
MOLIRENA y el MORENA, a través de la Unión por Panamá.
En vista de esta situación, la opción que le queda al pueblo
panameo para lograr el cambio que desea y que el Estado necesita urgentemente
es apoyar la candidatura de Mireya Moscoso y la formación de una
nómina electoral, amplia y representativa de la sociedad panameña,
a su alrededor.
Mireya Moscoso es la legítima candidata del principal partido
de oposición, sin cuya participación no se pueden ganar las
elecciones y, menos aún, asegurar la gobernabilidad democrática.
Pero hasta la formacin de una buena nómina electoral en torno
a Mireya Moscoso se ha visto obstaculizada, por las acciones mal aconsejadas
de figuras desprestigiadas que, contra toda lógica y sentido común,
aún se mantienen vigentes en los partidos de la Unión por
Panamá.
Ofrecer la primera vicepresidencia a Guillermo Ford y la segunda a "Kaiser"
Bazán es muestra de la insensatez de estos personajes.
Guillermo Ford ejerció un papel importante en 1989, durante la
lucha contra la dictadura, pero con posterioridad a ello sus polémicas
actuaciones le han valido la animosidad de un sector apreciable de su partido.
Bazán, por otro lado, fue títere de la narcodictadura:
entre los cargos que ejerció fue embajador del noriegato en Washington
y defendió a la dictadura cuando ya era necesario tener mucha "concha"
para hacerlo.
Plantear, por otro lado, la posibilidad de alianzas entre el Partido
Arnulfista y el PRD, Solidaridad, Cambio Democrático o el Liberal
Nacional es una traición incalificable que el pueblo panameño
nunca va a apoyar ni a perdonar.
Señores de la Unión por Panamá: no es hora de conciliábulos
ni intrigas, sino de actuar con patriotismo, conforme a la voluntad del
pueblo panameño.
¡Pónganse las pilas, antes de que sea demasiado tarde!
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