Bueno, bueno el debate del año no sería el de ningún candidato (a) a ningún puesto de elección, sino a quien montase uno entre la chica maravilla y la firstlady por el asunto de las esculturas (no dije escultural, no) de la Minghtoy, que ni siquiera aparecieron para recibir a Margarita.
Por cierto que la carnavalera dijo que igual como con el bille del "mardi gras" no hay registro de recibo de los inquietos juegos de antaño, no por viejos, sino porque como no eran del patrimonio del despacho de la firstlady, no se inventaron, perdón, inventariaron, pese a que la mismísima Vivian dijo como que se los habían llevado de la casa de la guial que va perdiendo estylo, �o no?
De paso el contra (no nica, sino el de los números de la Balboa y de los ídem) salió con que hay una lesión patrimonial de tiempos de la Doña, porque faltaron en la entrega veinte palomas que no volaron hacia acá y una fuente que parece se rompió en el camino, además de que el boleto del pasaje como que no lo cobró el busero que las trajo, sino el pavo �o sí?
Pero volviendo a la peleíta de las damas, la del palacio garceril dijo que la investigación del Misterio Público no estaba bien encaminada a lo que la Matty ni corta ni perezosa se procuró su bagaje legal sentenciando que sigue lo dispuesto por los códigos Procesal y Penal y que le vale un cobre (y no de juego de antaño) lo que diga la gente de palacio, no sé si Martincito incluido.
Otra guerra, que no es precisamente la de los sexos, será entre ésta y la última administración o sea entre M & M (que no es el chocolate, no) por mutuas acusaciones de corrupción, que tienen a tutti le mundo divertido.
Como el robo de creatividad que le hicieron a la campaña de la ex miviosa, cuando de la publicitaria que maneja su campaña se robaron la computadora con toda la información sobre la misma. Ahora la pregunta necia es de dónde vino el robo: si del mundo ñame, de los zapatones populares, de los pichuleros o del propio mundo cane perrediano.
Volverán las perdidas esculturas
a su oscura prisión del parque Omar,
y otra vez con sus juegos ancestrales
Tal vez se oxidarán.
Pero aquellas que cobre destilaban
su escultura al fuego fue a parar,
aquellas que mercaron unos nombres...
Esas... �no volverán!
Bueno, eso es todo por hoy, pero tranquilos que el otro jueves habrá más.
