Un eventual reajuste salarial a los médicos de la Caja de Seguro Social (CSS), por pequeño que sea, comprometerá las proyecciones de sostenibilidad del Programa de Enfermedad y Maternidad previstos en las reformas a la Ley Orgánica de la institución en el 2005.
Así lo advirtió el Director de la CSS, René Luciani, durante una visita a las instalaciones de Editora Panamá América junto a la ministra de Salud, Rosario Turner. Un día antes, ambos se sentaron por primera vez frente a dirigentes de la Comisión Médica Negociadora Nacional (COMENENAL) y la Asociación de Médicos, Odontólogos y Afines a la CSS (AMOACSS), quienes exigen un aumento salarial del 60%.
Durante ese encuentro, cuya conclusión no satisfizo a los gremios médicos, el gobierno no puso sobre la mesa una contrapropuesta económica, sino una de 9 puntos enfocada en el mejoramiento en la calidad del servicio.
No obstante, Rosario Turner sostuvo que el gobierno está en la disposición de presentar su planteamiento sobre ajuste salarial a los galenos, siempre y cuando se negocie primero mejoras en cuanto a cumplimiento de horas de trabajo y concretar protocolos de atención efectivos.
Afirmó que acceder en estos momentos a las exigencias de aumento del 60%, representaría para el Estado unos 100 millones de dólares, lo que afectaría directamente el reglón de inversión para los hospitales, compra de medicamentos, y principalmente colapsarían las finanzas de la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud.
Luciani y Turner reconocieron que existe una enorme distancia en cuanto a su posición con los médicos, pero que confían en la sensatez del gremio para que no se llegue a un paro*.