David Ortiz empacó meticulosamente sus cosas y no podía olvidarse de un objeto muy valioso: las gafas protectoras que usan los nadadores. Las mismas que sirven para cubrirse los ojos al rociarse champaña tras ganar una Serie Mundial.
"No los vamos a dejar respirar. Si los tienes contra la lona, hay que mantenerlos ahí", declaró Ortiz, el bateador designado de Boston.