Debemos reconocer que en las condiciones actuales, cada vez es más difícil para la juventud encontrar motivación para estudiar dentro del sistema educativo estatal vigente, aquejado por planes de estudios arcáicos, falta de insumos y materiales, falta de un proyecto coherente por parte de sucesivos gobiernos y una dirigencia docente politizada.
Esto vale para los niveles de educación básica, premedia, media y superior.
Aún así, muchos de nuestros jóvenes intentan salir adelante y convertirse en profesionales de bien, con todo y las dificultades económicas propias de un país con elevados niveles de desigualdad, los cierres de escuelas por la fibra de vidrio y los paros docentes de todos los años.
Y sin duda, este último año ha sido particularmente difícil para nuestros estudiantes, con la crisis de la fibra de vidrio que dejó sin clases a miles de jóvenes de planteles oficiales en todo el país.
Esto es una verdadera tragedia, porque las vidas no solo se pierden cuando alguien jala un gatillo. También se pierden por el poco me importa de las autoridades encargadas de que nuestros jóvenes tengan las herramientas intelectuales y morales necesarias para salir de la pobreza y la ignorancia.
A nuestros estudiantes, que se esfuerzan todos los días por obtener la mejor nota posible, por tratar de absorber todo lo que pueden y ponerlo en práctica para convertirse en hombres y mujeres útiles al servicio del país, nuestras felicitaciones en su día.
Al MEDUCA, a la dirigencia docente y la dirigencia estudiantil, cuyos choques han causado con frecuencia más mal que bien, un llamado al diálogo y a remar todos hacia el mismo lado, para que el próximo año lectivo sea uno normal, y no como los que hemos tenido hasta ahora.