FAMILIA
Aventuras a lo largo de la carretera de la heroína
James A. Inciardi
A medida que el campo de
la droga atravesó los años setenta, el Instituto Nacional
de Abuso de Drogas desarrolló lo que llamó "indicadores
de tendencia a la heroína", estimaciones relativas generadas
de una combinación de muertes informadas vinculadas con la heroína,
visitas a las salas de emergencia de los hospitales, ingresos en tratamientos
de desintoxicación de heroína y encuestas familiares y en
la escuela secundaria. Sobre la base de estos datos, el número estimado
de consumidores de heroína en Estados Unidos para 1977 se ubicó
entre 396.000 y 510.000.
A lo largo de los años ochenta, los informes del gobierno sostenían
que el número de consumidores de heroína en Estados Unidos
estaba en algún lugar vecino a los 500.000 tras haber estado en dicho
nivel durante alrededor de una década y media. A comienzos de los
años noventa, sin embargo, hubo indicaciones de que el número
de consumidores de heroína podía estar aumentando, una situación
planteada, en parte al menos, por el consumo de heroína para mediar
los efectos estimulantes de la cocaína-crack.
Cocaína: "La sustancia más peligrosa de la tierra".
La cocaína es denominada por sus consumidores como coca, bernice,
gran C, corrina, dama nieve, bocinazo, caramelo de nariz y en algunos círculos
Supervuelo (de la película de la Warner Brothers de 1972 del mismo
título). Cuando a apenas una semana de distancia, en junio de 1986,
dos conocidos atletas murieron de sobredosis de cocaína -el delantero
de basquet de la Universidad de Maryland Len Bias y el zaguero defensor
de los Cleveland Browns Don Rogers-, numerosos observadores se refirieron
a la droga como "la sustancia más peligrosa de la tierra".
Pero, caramba, parece haber una contradicción aquí. Antes,
la heroína era supuestamente la "más peligrosa"
de todas. Pero entonces, en diferentes momentos y para diversos medios de
comunicación, drogas tales como la marihuana, el LSD, el PCP, las
anfetaminas, el Quaalude, el éxtasis, y hace poco el crank, el crack
y el hielo, han sido designadas como las sustancias más peligrosas
del mundo.
Al margen de los epítetos, el aura que rodea a la coca hoy en
día es bastante diferente de la del Vino Coca de Angelo Mariani,
el Vino Coca Francés de John Pemberton o siquiera la cocaína
de Sigmund Freud. El consumo de cocaína en los Estados Unidos contemporáneo
está considerado un importante problema de salud, con estimaciones
del número de consumidores regulares en los últimos años
que llegan a una cifra tan alta como unos 10 a 20 millones.
AVENTURAS A LO LARGO DE LA CARRETERA DE LA COCAINA
A fines de la década de 1890, cuando Sigmund Freud y sus colegas
descubrieron que la cocaína no era la droga maravillosa para todo
fin que habían esperado, rápidamente le retiraron su apoyo
para su aplicación en la terapia médica. Al margen del consumo
de la droga por la industria de remedios patentados, hasta la aprobación
de la Ley de Alimentos y Drogas Puros de 1906, la cocaína se movió
subterráneamente y se quedó allí la mayor parte del
siglo. Sus principales devotos incluían prostitutas, músicos
de jazz, adivinos, delincuentes y negros. El hecho de que estuviera relegada
a los bajos fondos del crimen y lo extravagante no debería sugerir,
sin embargo, que la gente de este país no se preocupaba por el consumo
de cocaína por parte de subculturas ajenas.
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