Maestro de Artes Plásticas y Post Grado en Fresco y Mosaico -IMBA, México, ha realizado 23 exposiciones en Panamá, Costa Rica, San Salvador, México y Estados Unidos.
Tomado del catálogo: Concurso Pictórico Nacional Soberanía 1975. Página 33.
Este trabajo, dedicado a la trayectoria artística del maestro Nato Miranda, será enriquecido con diferentes publicaciones episódicas y escritos a los que Rescate del Olvido ha tenido acceso.
Después de haber triunfado en Costa Rica, México, El Salvador y Estados Unidos, Nato Miranda es admirado, gustado y considerado apto de las más selectas pinacotecas y coleccionistas privados de su país natal, Panamá.
Tomado del Diario La Estrella de Panamá, viernes, 5 de noviembre de 1982. C-10
En el diario la Crítica, fechado martes 10 de agosto de 1982, se publicó el siguiente anuncio: En la galería INAC.
Gran exposición de Nato Miranda en la Galería del INAC, Calle 50 a partir del día 20 de agosto de 1982.
Y cincuenta obras exhibirá el Dr. Nato en ésta, que el artista denomina su Magna 46, en honor a un amigo, el coronel Manuel Antonio Noriega, subjefe del Estado Mayor y-G-2 de la Guardia Nacional.
A continuación publicamos algunos retazos de la crítica continental a favor del imaginero chiricano:
TOTY Suárez: "Dr. Nato, Ud. es el mejor de Panamá". César Costa, Los �ngeles, California "OUTSTANDING". Licenciado César Shara Campos, poeta y crítico de arte mexicano: "Naiff onírico y altamente imaginativo". Doctora Yadira Baquerizo: "Cósmico, especial, metafísico y profundo". Pintor Desiderio Sánchez: "NATO Miranda no se conforma con el paisajillo o bodegoncillo facilón, su temática es variada y su técnica depurada, llegó hasta donde están los grandes a quedarse". Existe gran expectativa entre amantes del arte, críticos y coleccionistas por contemplar su cosecha anual 1982.
En el diario La República del domingo 29 de agosto de 1982, artículo titulado: Intento de crítica e interpretación de las artes plásticas panameñas, y escrito por el artista Dr. Nato Miranda, fragmentamos lo siguiente:
Lo cierto es que si un artista es capaz de sustraer un fenómeno de su era de las garras de la temporalidad y espacio para en un acierto de rima, luces, formas, arpegios acertados transformarlo a ente temporal y espacial en un verdadero ser inespacial e intemporal por siempre jamás, entonces por eso tienen el respeto de la sociedad, que a veces no los comprende, pero intuyen también que algo muy grandioso sale de sus corazones hacia los eones de los eones.
Páginas universales del sintetismo genial universal las tenemos en los Monolitos de Barriles, en Fausto, en la Quinta de Beethoven, en los pescados trasnochados de Desiderio Sánchez, y por qué no en las frondas verticaloide, en las nubes hemicíclicas y las garras lamarkianas de Nato Miranda. Todos los sistemas intelectuales obedecen a un fin noble, a una teología final constructiva, dominarse el mismo hombre, como micro y macro cosmos, parte integrante del universo en sí; dominar al universo, sin pretender dominar a su Creador.
El arte es, pues, a mi humilde concepto, la unión, la fusión, momentánea, porque una fusión eterna con el súper ser en este plano de limitaciones actuales, donde nos desenvolvemos, nos destruiría indefectiblemente.
En el Diario La Estrella de Panamá, del jueves, 25 de noviembre de 1982. Pág. C-ll. Encontramos el siguiente artículo titulado: El Arte y El Bien. Por: NATO MIRANDA.
Creo, con convicción inquebrantable, que es el arte uno de los caminos más sólidos, más seguros, por medio de los cuales el hombre se acerca a su esencia moral.
Así, la música, considerada durante todo el mundo antiguo como un efluvio armonizado que baja de las esferas de lo infinito y en sus espasmos de sintonización, at perpetum, sobre la parte positiva y constructiva de ese hacer, de ese vivir de la cosa humana. Creían los antiguos griegos, y lo sostiene la musicoterapia contemporánea, que la música ejerce un efecto de apaciguamiento del sufrimiento del hombre.
El próximo domingo continuamos con el pintor Nato Miranda.