ABRACADABRA
"A despertar, colonenses!"
Carlos Guevara Mann
"El pueblo colonense debe participar activamente en la
política"
Con ocasión de las
fiestas patrias, siempre sale a relucir el papel trascendental que jugó
Colón en la fundación de la República.
Pero a eso no se dedicará hoy Abracadabra, porque es imprescindible
tratar los problemas de la gente sufrida de esa ciudad.
Estos problemas tienen su origen en el control que sobre los recursos
de Colón ejercen los que mandan en el país, en contubernio
con algunos comerciantes aprovechadores (porque hay muchos que son rectos
y decentes) y los seudo "dirigentes" locales, que han engañado
a su pueblo, preocupándose sólo por sus bolsillos.
Estos problemas, que son de vieja data, se intensificaron bajo la dictadura
militar.
En mayo de 1978, por ejemplo, Miguel Bush, hoy desacreditado legislador
del PRD, pero en esa fecha dirigente de la Federación Sindical de
Colón, se quejó de que el régimen militar, entonces
en el poder, sólo promovía proyectos que beneficiaban al sector
dominante.
Lamentó la autorización que se dio a la apertura de nuevos
prostíbulos y la práctica de obligar a las mujeres del Plan
de Urgencia a asistir a las manifestaciones que se le organizaban al presidente
títere de los militares, Demetrio B. Lakas (ver La República,
14 de mayo de 1978).
El 5 de julio de 1978, Severino Góndola, dirigente estudiantil
del Colegio Abel Bravo, se presentó de improviso en un acto organizado
por el dictador Torrijos en Colón.
En términos muy elocuentes, Góndola dijo que Colón
era una jungla en la cual los más fuertes vivían de los más
débiles (ver el libro "Panamá protesta", de Brittmarie
Janson Pérez, págs. 100-101).
En los 20 años transcurridos desde estas protestas, han surgido
en Colón muchos "líderes" populares; sin embargo,
la "jungla" de que habló Góndola se ha vuelto más
salvaje.
Es que estos "líderes" han respondido a los intereses
de los mandones y a sus propios bolsillos, no al pueblo colonense.
Durante la época de Torrijos, Juan Materno Vásquez y Adolfo
Ahumada, ambos abogados, seudo izquierdistas, dizque amigos del pueblo,
se prestaron para escribir leyes que le permitieran a la dictadura seguir
saqueando la República y empobreciendo a sus habitantes, incluyendo
a los de Colón.
Durante el noriegato, los legisladores Luis Navas Pájaro y Argénida
Dumanoir de Barrios, olvidándose de sus orígenes y del discurso
popular que emplearon en sus campañas, apoyaron las medidas opresivas
que la narcodictadura impuso al pueblo.
Dominador "Kaiser" Bazán, exitoso empresario, colonense
de origen, sirvió a Noriega de Director del Seguro y luego Embajador
en Washington, cargo desde el cual hizo lo imposible por defender las maldades
de su jefe. (Ahora este mismo Bazán quiere pasar agachado: pretende
que el pueblo panameño vote por él, como Segundo Vicepresidente,
en la misma papeleta que Mireya Moscoso, líder de la oposición
al PRD.)
Durante la torodictadura, que no es más que la continuación
del opresivo y anti popular régimen militar, han alcanzado notoriedad
Mitchell Doens, principal enemigo de los trabajadores de Panamá,
y los legisladores Abelardo Antonío y Miguel Bush.
Estos "dirigentes" no han hecho más que usar su cargo
en beneficio propio, en detrimento del pueblo colonense que, engañado
por sus falsas prédicas, los ha elegido a la Asamblea.
De Colón han salido y siguen saliendo millones. Pero los habitantes
de esa ciudad siguen pobres, enfermos y desesperados. Qué puede hacer
Colón para lograr su rescate?
El pueblo colonense debe participar activamente en la política,
escoger a verdaderos representantes y exigirles a cada momento - no una
vez cada cinco años - que respondan a quienes los eligieron y a los
intereses de la comunidad.
El pueblo colonense debe movilizarse y negarles el voto a todos los partidos
y candidatos que no les han respondido, comenzando con los del PRD.
Y el pueblo colonense debe presionar a los partidos que se dicen civilistas
y de oposición, para que nominen a verdaderos dirigentes, honestos
y comprometidos con su ciudad, a los cargos de elección popular.
Para todo ello hay oportunidad ahora, que estamos en los inicios de la
campaña política.
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