El Zenit de San Petersburgo confirmó su reacción con un triunfo merecido contra el Bate Borisov (0-2) en Bielorrusia, donde se metió de nuevo en la pelea por los octavos de final en el grupo H, en el que abandonó la última posición y se situó a dos puntos del Real Madrid, segundo.
No había margen de error para el equipo ruso. Un punto en tres partidos, conseguido en la anterior jornada con un empate ante el mismo rival, habían dejado al actual campeón de la Copa de la UEFA en una situación crítica en la máxima competición continental, en la que la victoria era la única solución para mantener sus opciones.
Un inicio equilibrado, sin apenas ocasiones en las dos porterías, precedió al 0-1, marcado por el internacional ruso Pavel Pogrebnyak, que estrenó su casillero goleador.
No fue suficiente para impedir la victoria del Zenit, que sentenció por medio del portugués Danny en el minuto 94 y que volvió a la lucha por la clasificación a octavos de final.