El topo lampiño o heterocéfalo (Heterocephalus glaber), que en realidad es un roedor, está siendo estudiado por científicos en Estados Unidos porque en su organismo podría estar la clave para prevenir el cáncer.
Los investigadores descubrieron que este mamífero que tiene el tamaño de un ratón y que vive bajo la superficie de la tierra en un sistema de túneles, tiene una extraordinaria longevidad para ser un roedor.
Los ratones viven en promedio dos años, pero el topo lampiño puede alcanzar los 28 años. Se cree que esto se debe a que lleva una existencia protegida de los depredadores, que difícilmente pueden penetrar sus túneles.
Pero también se ha descubierto que estos animales son inmunes al cáncer, una de las enfermedades más prevalentes en los ratones.
"A pesar de que se ha mantenido y estudiado un gran número de estos animales en laboratorios y zoológicos, nunca se les ha detectado un tumor canceroso", explicó la profesora Vera Gorbunova, bióloga de la Universidad de Rochester, en el estado de Nueva York, EE.UU.
"Obviamente, esto es algo que no podemos asegurar en un 100%, pero si comparamos los resultados con la frecuencia con que vemos tumores en ratones, es una diferencia del día a la noche".