Al menos que el médico indique lo contrario, el sexo durante el embarazo no debe ser ningún impedimento.
La pareja necesita seguir sintiéndose deseada. Además, no hay pruebas de que el orgasmo pueda dañar al feto o inducir al aborto.
El embarazo es una etapa importante en la vida de la mujer y es decisiva en la vida en pareja, por eso deben comunicarse y complementarse manteniendo activa su vida sexual.