Residentes en Los Cántaros, en Nuevo Tocumen, denunciaron que los ladrones están absolutos sin orden ni ley.
Según algunos afectados, los malhechores quiebran llaves dentro de las cerraduras para que cuando la gente llega, demoren en entrar y ellos aprovechan para golpearlos y quitarles lo poco lo que tienen.
Otra modalidad es que tocan a la puerta, abren las llaves las de las plumas de agua y cuando los residentes salen, los atacan para robarles.
En algunos casos, la Policía llega, pero a pesar de que se les dan "pelos y señales" de los maleantes, los afectados aseguran que no ven a ninguno detenido.
Aparentemente los malandrines pertenecen a la misma barriada.