A simple vista, hay alimentos que son desagradables para los niños sin haberlos probados, y esto se debe a que están padeciendo de fobia alimentaria.
A esta fobia alimentaria se le denomina neofobia, la cual consiste en el miedo a la incorporación de nuevos alimentos en la dieta. Este es un trastorno muy frecuente que suele darse entre niños de 2 a 10 años, pues se niegan a comer alimentos que no conocen y que no han probado nunca, a pesar de que muchos son necesarios para su adecuado desarrollo.
La neofobia en los niños, principalmente en los más pequeños, es una de las causas principales para que tengan inapetencia. Por eso es tan importante no forzar a los niños a que coman un determinado alimento e intentar la incorporación de éste poco a poco, sin prisa, pero sin pausa.
Cuando el bebé ha cumplido seis meses, los padres empiezan a ofrecerle diversos alimentos que en principio tienen una aceptación general, pero con el transcurso del tiempo el niño tiende a desarrollar una predilección por determinados alimentos, aquí es cuando los padres deben ampliar su repertorio alimenticio.
LOS CONSEJOS
Para que el niño acepte con facilidad los alimentos debe hacer lo siguiente: Dejar el alimento a la vista del niño cada día, pero sin la más mínima invitación a que lo tome.
Consumir ese alimento en familia, con toda naturalidad, delante del niño, pero sin ofrecerle que lo coma.
Incluir en su dieta otros alimentos distintos, pero que contengan los nutrientes que no toma, debido a su fobia.
No ofrecerle otro alimento que le agrade, como un sabroso postre, a cambio de que coma el alimento rechazado. Con este comportamiento se fortalece el deseo de rechazo. Los comentarios negativos sobre el plato preparado e, incluso, sobre el acto de comer.