Se amotinan reclusas en demanda
de que se les permitan relaciones sexuales
Santo Domingo
AP
Las autoridades de la ciudad
de Santiago están frente a un dilema: deben decidir entre restringir
un derecho o agravar las condiciones de hacinamiento de un pabellón
para mujeres en una cárcel que comparten con varones.
El caso tomó notoriedad pública este fin de semana con
una protesta de unas 70 reclusas en la prisión de esa ciudad, a 150
kilómetros al norte de la capital, en reclamo de que se les permita
tener relaciones sexuales en el lugar, con sus compañeros de prisión.
Las prisioneras efectuaron una ruidosa manifestación en la que
vociferaron el reclamo desde el pabellón donde cumplen condenas,
el único para mujeres en la Cárcel Rafey, la tercera más
grande del país.
Queremos sexo'', expresó Janet Altagracia Sánchez, quien
se presentó como una de las voceras del grupo. Somos seres humanos''.
El presidente de la Comisión de los Derechos Humanos, Porfirio
Rojas Nina, dijo que la ley dominicana permite que los reclusos, sin distinción
de sexo, puedan tener relaciones sexuales con sus parejas, por lo que la
prohibición en los casos de las mujeres constituye una violación
a sus derechos.
Pero, Cecilia Santana, otra reclusa, dijo que las autoridades les han
negado ese derecho alegando que la cárcel se convertiría en
un centro de maternidad, lo que a su vez agravaría el problema de
hacinamiento.
Rojas Nina dijo que espera que las autoridades encuentren pronto una
solución a los reclamos.
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