Martes 24 de nov. de 1998

 








 

 


EDITORIAL
Medidas correctivas y renovadoras en el tránsito

La titular del Ministerio de Gobierno y Justicia, Arquitecto Mariela Sagel anunció la presentación de un proyecto de ley para crear la Autoridad del Transporte Terrestre, entidad que atenderá los aspectos sensitivos de los servicios públicos de transporte terrestre, sus registros y controles.

Dentro de las iniciativas que incorporará la futura legislación está absorber los cupos o concesiones de transporte existentes, para colocarlos en empresas privadas; decisión que retorna formas empresariales que en el pasado existieron en Panamá, cuando las líneas de buses y la taxistas, estuvieron organizadas en formas de compañías, contando con los gravámenes sociales, los impuestos y las responsabilidades civiles del quehacer vial.

En el pasado citadino, las empresas de Arosemena-Brid, con sus buses azules recorrieron la ciudad transitando por el Casco Viejo, sector que hoy carece de tales servicios; la línea de Barletta con sus buses chocolates; la línea Panamá-Colón, del conocido ciudadano Alfredo Alemán Jr., y así, múltiples otras, que servían el propósito público de desplazar los trabajadores, estudiantes y ciudadanos, cubriendo la ciudad en su totalidad, desde Avenida A, B, Norte, Central, Transístmica y demás aledañas; comportamiento distinto al actual, donde la mayoría de los buseros buscan la Vía España, la Avenida Central, y laboran en horas de máximo clientelismo, sin cumplir los horarios de antaño, escalonados y articulados con rigor.

La entidad en creación tendrá a su cargo la fijación de tarifas a través de mecanismos sensitivos de análisis y evaluación que sirvan equitativos extremos entre el público usuario y los empresarios, y asentará sus decisiones en la calidad del servicio, la idoneidad de los vehículos y las distancias de los recorridos.

Las estadísticas transportistas de hoy ponen de relieve que la ocupación en cada vehículo particular es menor ahora, y el congestionamiento vial creciente limita el número de traslados, haciendo perder millones de horas-hombres anualmente.

De igual manera, el incumplimiento de los choferes renuentes acumula millones de balboas en miles de boletas de infracción no atendidas, cuya morosidad cuenta con la pasividad de las autoridades viales, lo que deberá cambiar.

Resulta intolerable y se convierte en infernal en torno el manejo cotidiano en las vías congestionadas; realidad que se solventará si los servicios colectivos de transporte se modernizan, cumplen con responsabilidad sus traslados y ofertan los destinos y sus salidas con regularidad: a ello se encamina la propuesta que ventilará la Asamblea Legislativa dentro de pocos días; ojalá tengamos la sensibilidad ciudadana y el civismo para respaldar sus decisorios urgentes.

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Así era la Ciudad Universitaria en sus primeros años de funcionamiento


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, vendo por vender


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