EDITORIAL
Medidas correctivas y renovadoras en el tránsito
La titular del Ministerio
de Gobierno y Justicia, Arquitecto Mariela Sagel anunció la presentación
de un proyecto de ley para crear la Autoridad del Transporte Terrestre,
entidad que atenderá los aspectos sensitivos de los servicios públicos
de transporte terrestre, sus registros y controles.
Dentro de las iniciativas que incorporará la futura legislación
está absorber los cupos o concesiones de transporte existentes, para
colocarlos en empresas privadas; decisión que retorna formas empresariales
que en el pasado existieron en Panamá, cuando las líneas de
buses y la taxistas, estuvieron organizadas en formas de compañías,
contando con los gravámenes sociales, los impuestos y las responsabilidades
civiles del quehacer vial.
En el pasado citadino, las empresas de Arosemena-Brid, con sus buses
azules recorrieron la ciudad transitando por el Casco Viejo, sector que
hoy carece de tales servicios; la línea de Barletta con sus buses
chocolates; la línea Panamá-Colón, del conocido ciudadano
Alfredo Alemán Jr., y así, múltiples otras, que servían
el propósito público de desplazar los trabajadores, estudiantes
y ciudadanos, cubriendo la ciudad en su totalidad, desde Avenida A, B, Norte,
Central, Transístmica y demás aledañas; comportamiento
distinto al actual, donde la mayoría de los buseros buscan la Vía
España, la Avenida Central, y laboran en horas de máximo clientelismo,
sin cumplir los horarios de antaño, escalonados y articulados con
rigor.
La entidad en creación tendrá a su cargo la fijación
de tarifas a través de mecanismos sensitivos de análisis y
evaluación que sirvan equitativos extremos entre el público
usuario y los empresarios, y asentará sus decisiones en la calidad
del servicio, la idoneidad de los vehículos y las distancias de los
recorridos.
Las estadísticas transportistas de hoy ponen de relieve que la
ocupación en cada vehículo particular es menor ahora, y el
congestionamiento vial creciente limita el número de traslados, haciendo
perder millones de horas-hombres anualmente.
De igual manera, el incumplimiento de los choferes renuentes acumula
millones de balboas en miles de boletas de infracción no atendidas,
cuya morosidad cuenta con la pasividad de las autoridades viales, lo que
deberá cambiar.
Resulta intolerable y se convierte en infernal en torno el manejo cotidiano
en las vías congestionadas; realidad que se solventará si
los servicios colectivos de transporte se modernizan, cumplen con responsabilidad
sus traslados y ofertan los destinos y sus salidas con regularidad: a ello
se encamina la propuesta que ventilará la Asamblea Legislativa dentro
de pocos días; ojalá tengamos la sensibilidad ciudadana y
el civismo para respaldar sus decisorios urgentes.
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AYER GRAFICO |
Así era la Ciudad Universitaria en sus primeros años de funcionamiento |
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