Jueves 26 de nov. de 1998

 








 

 


EDITORIAL
Reconocimiento de justicia universal

La insurgencia antidemocrática levantada en armas el 11 de septiembre de 1973 para derrocar el régimen del mandatario Salvador Allende Gossens, presidente constitucional de Chile, dirigida por el General Augusto Pinochet Ugarte, aplastó los sueños libertarios de los chilenos, acogotó la palabra libre y las ideas y sembró de cadáveres las ergástulas, los estadios y las riveras del Río Mapocho, instaurando feroz satrapía que insufló el culto a la personalidad del militar encaramado en el poder.

Las muertes injustas, de los arbitrarios manejos de los entorchados chilenos, suman más de tres mil, de acuerdo con los registros oficiales y exceden grandemente esa cifra según el habla popular que soportó el viento frío de la represión y el abatimiento feroz que abrió campos de concentración en las gélidas estepas sureñas, canceló las dirigencias obreras, desmontó las organizaciones estudiantiles y prescribió las toldas partidarias, haciendo de Chile la instancia del horror y la tortura.

Dentro de aquellos ciudadanos asesinados, sometidos al atropello y la indignidad torturadora, se registran ochenta y dos españoles, cuyos casos han sido denunciados en la jurisdicción penal ibérica, la cual, sin flaquezas ni temores, ofició a Inglaterra, para que el General Pinochet, de visita en la urbe británica, fuera detenido provisionalmente, y sometido a los trámites de la petición de extradición que lo sentará en los estrados de la justicia, para castigar sus crímenes y ofensas de magnitud, subsumidos en genocidio.

La decisión de los Lores británicos mantiene la detención del militar a la espera de la acogida de la petición de extradición de España; con ello se cumplen las esperanzas populares chilenas de alcanzar la justicia y el derecho en Inglaterra y actos cuya consecuencia inmediata será vocear que quien lesiona, atenta y atropella los derechos humanos no podrá pasearse por el mundo, en impunidad y con arrogancia.

La decisión igualmente, constituye un paso de gigante en materia de derechos humanos e internacional; y los cinco Lores que la profirieron divididos: Gorden Slyn, Anthony Lloyd, Donald Nicholls, Johan Steyn y Leonard Noffman serán consagrados por los enjuiciamientos históricos, reconocidos por su verticalidad, honestidad y sentido justiciero.

La fecha es de alegrí; con ella se transmite sencillo mensaje a los abusadores, impositores dictatoriales, en el cual se les enuncia que nunca más sus delitos quedarán impunes y la mano larga del castigo los seguirá a los rincones de la tierra donde osen poner sus plantas; y asímismo constituye el mejor homenaje para aquellos que dieron la vida en la coyuntura de opresión de Chile, país que fuera ejemplo cívico al ser "asilo contra la opresión", como canta su himno nacional.

 

 

 

 

 

 



 

AYER GRAFICO
Martín Torrijos, Hugo Spadafora y Charro Espino entran a Managua triunfantes con los sandinistas


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, soy un mal conductor


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