Podemos realizar un buen desodorante a base de exprimir unas hoja de lechuga y restregar las axilas con este líquido.
También podemos sacar el jugo de una lechuga o rabano y guardar en la nevera. Después de bañarse, mojar las axilas con un poco de jugo. Cabe destacar que el vinagre de sidra también es un desodorante.