No le fue nada fácil al Milan poder vencer al Urawa Red de japón.
Los milanistas tuvieron que esperar hasta el minuto 68 que cayera el gol del holandés Clarence Seedorf, y así darle la oportunidad a su equipo de poder disputar la final contra Boca Juniors.
Los japoneses, que arriesgaron muy poco en el Estadio de Yokohama, fueron apoyados por los fanáticos que buscaban empujar a su equipo al grito de guerra "Urawa Red", pero no les fue suficiente.
Los italianos fueron superiores y otra vez se dio la lógica y serán los representantes de las dos confederaciones más poderosas del planeta los que definan al nuevo monarca mundial de clubes.