Líderes de la Unión Europea firmaron ayer un nuevo tratado que, señalaron, les permitirá reaccionar con más rapidez ante temas globales, mientras persisten las dudas de su eficacia entre los países miembros.
El Tratado de Lisboa, respaldado por los 27 líderes de la UE hace dos meses, luego de años de descontento entre los europeos acerca de la cesión parcial de soberanía ante un gobierno centralizado, reemplaza un fracasado proyecto destinado a establecer una Constitución Europea. El tratado entrará en vigencia una vez sea ratificado por todos los estados miembros.