Un gol de Zidane conseguido en el minuto 92 dio la victoria al Real Madrid en un partido en el que fue superior el Racing por actitud, dominio y ocasiones de marcar y al que, al final, de nada le sirvió haberse adelantado en el marcador dos veces.
Sorprendió García Remón con una alineación en la que a la anunciada ausencia de Ronaldo, que se quedó en Madrid por una contractura, añadió las de Roberto Carlos y David Beckham, sentados en el banquillo para que formaran en el equipo titular Raúl Bravo y el canterano Javi García.
Con estos mimbres y bajo la dirección de Guti, en el arranque de partido al Real Madrid le costaba salir con el balón controlado ante un Racing que presionaba arriba y que fue el primero en crear peligro en una internada de Javi Guerrero, que cortó Samuel dentro del área, en una acción por la que se pidió penalti por posible derribo con el brazo.
El Real Madrid no llegaba al área del israelí Dudu Aouate y se veía claramente superado por un Racing que probó fortuna en sendos disparos con peligro de Regueiro y Benayoun. Los cántabros dominaban y los blancos jugaban sin apenas aportación de hombres como Figo, Zidane o Raúl.
El empate no había llegado como consecuencia de una reacción madridista, sino en una jugada aislada en la que hubo un poco de fortuna y bastante picardía del delantero inglés, el mejor de los blancos y el único, junto con Guti, que estaba cumpliendo con su cometido. Pero a partir del empate el Real Madrid pareció despertar y dejó de estar a merced del Racing.