El País de España publicó ayer una nota que preocupa, y mucho. Citando un cable de la Embajada de Estados Unidos en Panamá, señala que la entonces embajadora Bárbara Stephenson reportó que el presidente Ricardo Martinelli le pidió que la DEA espiara a "rivales políticos" e insinuó que podría reducir la ayuda antidrogas de Panamá, si Estados Unidos no accedía.
De la nota surgen elementos puntuales que acrecentan esa preocupación. Stephenson emitió criterios muy severos sobre Martinelli, al advertir que muestra una tendencia al "acoso" y el "chantaje", actitud que, afirma, es poco propia de un estadista. Destaca que Stephenson veía con preocupación que Martinelli intentara establecer su propio programa de espionaje telefónico.
El País es uno de los diarios más influyentes del mundo y la publicación de esta nota le está dando la vuelta al mundo. Sin embargo, la respuesta oficial panameña se emitió en cuatro escuetos párrafos plasmados en una página sin membrete del Gobierno Nacional.
Se entiende que por ser Navidad los funcionarios no estén en sus puestos de trabajo, pero el Gobierno debe tener la capacidad de reacción ante un señalamiento tan delicado. El comunicado de la administración Martinelli no satisface, quedan muchas preguntas en el aire.
Si en realidad se trata de un malentendido, como asegura el Gobierno, lo prudente y justo con el país sería que el propio Martinelli y la Embajada de EE.UU. lo digan personal y conjuntamente.