Termina el 2008. Para Panamá, fue un año en materia económica bueno. A pesar de que se registró una desaceleración, el Producto Interno Bruto (PIB) tuvo un crecimiento de entre 8 y 9 por ciento.
La crisis que azota al mundo todavía no golpea directamente a Panamá, pero sin duda dentro de poco veremos los efectos del descalabro que sufren Estados Unidos y otras economías de las potencias europeas.
El país prosiguió inmerso en el problema en materia de seguridad pública. La ola de asesinatos no se detuvo. Los cambios implementados en los estamentos de la Fuerza Pública designando uniformados al frente de casi todos los estamentos, no han arrojado resultados.
En este año que culmina, Panamá también fue sacudido por tragedias como las provocadas por las inundaciones del mes pasado en Bocas del Toro y Chiriquí.
El año preelectoral del 2008, también nos adelantó lo que pareciera una polarización entre los candidatos presidenciales Ricardo Martinelli y Balbina Herrera. Las encuestas revelan que existe la posibilidad de que el próximo mandatario no sea un abanderado de las fuerzas tradicionales que han dominado el escenario político en las últimas décadas.
Quizás Panamá vivió sus mejores momentos en el campo deportivo, con la conquista de la primera medalla de oro en unas Olimpiadas lograda por el atleta de salto largo Irving Saladino. En el campo artístico, el triunfo de Margarita Henríquez en el concurso Latin American Idol, también trajo alegría a los panameños.
Todo fin de año, también nos obliga a realizar un balance y una reflexión personal, para tratar de ser mejores personas y no repetir errores. Además es momento para pedir perdón por cualquier daño hecho a nuestros semejantes.