Las costumbres de fin de año cambian según el país.
En la mayoría de los países, la gente pasa los últimos instantes del año viejo, apoyados únicamente sobre el pie izquierdo, dando el primer paso en el nuevo año con la pierna derecha, que se considera más hábil en el buen caminar hacia el porvenir.
En nuestro país, la costumbre es comer doce uvas al compás de cada una de las campanadas que indican la medianoche.
En Italia, se toma una cucharada de lentejas por cada campanada.
Otra forma de acabar con lo malo es someterlo al fuego purificador. Se queman muebles y ropas viejas en Perú, Honduras y Ecuador. Se escribe en papelitos lo indeseable y se introducen en un muñeco al que se prende fuego.
El Día de San Silvestre, los uruguayos tiran por la ventana los almanaques y calendarios del año viejo. Mientras que en Ecuador lanzan al aire monedas en la medianoche. En Costa Rica, meten en la billetera una flor silvestre, llamada Santa Lucía.
En Puerto Rico, echan agua a la puerta de las casas para que salgan los malos espíritus.