El tenista número uno, el suizo Roger Federer, aseguró ayer en Shanghai que el actual número dos, el español Rafael Nadal, será en el futuro un rival "peligroso y difícil de batir".
Federer hizo estas declaraciones después de perder la final de la Copa Masters frente al argentino David Nalbandian, en un torneo marcado por la ausencia de estrellas del tenis, la mayoría por lesión.