El estrés de estas fechas puede hacer que las personas pierdan los estribos y piensen en hacer cosas que en otros momentos no se les ocurriría.
Tal vez eso fue lo que le pasó a un muchacho de 23 años, portador del VIH-SIDA, en San Joaquín. Serían las 11:30 a.m. de ayer, lunes, cuando ocurrió el suceso. El joven, tras una discusión con la abuela y la madre por un dinero, roció con gasolina la vivienda que comparte con otros familiares, y con un mechero en la mano amenazaba con incendiarla.
El joven perdió el control. La Policía buscó apoyo en un cura para que lo calmara. La tragedia fue evitada y el muchacho trasladado hasta el Ejército de Dios, en Río Abajo.