Es el amargo panorama de un sector marginado que se ve disminuido por el pesimismo de quienes miran con indignación por detrás de la gran muralla de concreto.
La Copa Unicef Alcaldía de Panamá no trata evadir el problema (la violencia), sino que lo confronta y lo combate con el mejor medio con el que se cuenta: el fútbol.
Chicos de los sectores del El Chorrillo, Curundú, San Felipe, Plaza Amador y Santa Ana, que no desconocen las limitaciones de su entorno, combatirán, pero esta vez nada tendrá que ver con la violencia, sino por la supremacía del fútbol interbarrial.
Son cincuenta equipos los que chocarán, desde este lunes, para aspirar cada uno a las respectivas coronas en las categorías: chitra (5 a 7 años), zancudo (7 a 8 años), mosquito (9 a 11 años) e infantil (11 a 13 años).
La cancha de Plaza Amador se viste de gala para recibir a los chicos, quienes bajo el estímulo de aquellos que desean un país mejor buscan escapar de sus propias vicisitudes.
Panamá espera mejorar. Se espera la participación de 3 mil niños, quienes llenarán sus corazones de alegría practicando el fútbol.
