La tragedia del bus incendiado frente a La Cresta, en donde murieron 18 personas calcinadas el lunes 23 de octubre de 2006, fue producto de la irresponsabilidad de los buseros capitalinos; sin embargo, había creado la inusual oportunidad para las autoridades del Gobierno que dirige Martín Torrijos de acabar de una vez con el problema del transporte público en Panamá.
La ciudadanía incluso confió en la palabra del presidente para resolver el caos vehicular que todos los días vive la urbe más grande del Istmo.
Más de un millón de personas tienen que utilizar este servicio de transporte de quinto mundo, en un país con un crecimiento económico envidiable de 9%, según el Bando Interamericano de Desarrollo (BID). Mientras el panameño común debe abordar estos buses oxidados, llenos de asientos deteriorados, gente asquerosa que dirige este vehículo, entre otras bellezas, hay otros países que ha dando el gran paso de modernizar su transporte público.
Tanto hablan de República Dominicana como un país de pobretones, de desplazados que viajan hacia EEUU a buscar un mejor destino, de que viven peor que Panamá. Sin embargo, la visión de dos grandes estadistas dominicanos como Hipólito Mejía y Leonel Fernández, impulsaron la creación de la primera línea del metro urbano de Santo Domingo, que a mediados de 2008 se inaugurará en esta ciudad caribeña.
Todo el mundo sabe que la dirigencia de CANATRA está vinculada al Partido Revolucionario Democrático, partido que gobierna Panamá hoy en día y esta relación ha frustrado la implementación de un nuevo servicio de transporte. Esta fatal relación ya le está costado al PRD votos y apoyo popular, dentro y fuera de este colectivo.
Incluso hasta la propuesta malograda de traer autobuses articulados desde Brasil y Colombia, para dejar a los transportistas panameños en el volante de estos vehículos, fue abandonada ante el rechazo de estos maleantes, además que esta alternativa fue un rotundo fracaso en Bogotá y Santiago de Chile.
Alberto Vallarino, uno de los empresarios más exitosos del país, ha propuesto rescatar la idea de colocar un metro elevado por encima de las principales avenidas de la Ciudad de Panamá, para sacar de circulación a los buseros. Esta propuesta fue presentada por el Gobierno de Japón, quién está impulsando esta opción.
�Porqué el PRD y el Gobierno de Torrijos no se atreve a tomar esta opción, antes que Vallarino, Juan Carlos Varela, Guillermo Endara o Ricardo Martinelli, les roben el mandado, cuando pueden hablar directamente con los japoneses? �Será acaso que prefieren negociar primero con sus amigos, los transportistas, para dejar que ellos suban el pasaje a 0.40 centavos, y sigan brindado un terrible servicio público en Panam�?
El PRD de seguro perderá las elecciones generales del 2009, si suben el pasaje los buseros y no resuelven la crisis del transporte en Panamá.
