Un negociado de alta cocina operaba en la cárcel La Joya. Existía un menú clandestino de toda clase de exquisiteces, que era ofrecido a los reclusos con dinero.
Según el diputado, Rogelio Paredes, el menú especial de La Joya incluía platos de langostinos a B/.20; filete mignon a B/.12.00; mixtas de carne a B/.9.00 y mixtas de mariscos a B/.15.00. Por supuesto que el pago era adelantado.
Paredes dijo desconocer quiénes se benefician con este negociado que constituye una burla descarada a la miseria humana de los detenidos que no cuentan con recursos para pagar los llamados manjares tras las rejas.
Todo indica que algunos se están aprovechando que la comida de las cárceles es de mala calidad, para sacar provecho con la venta de un menú mejor preparado.
Durante una visita a La Joya, Paredes recibió la denuncia de los reclusos, quienes aseguran que los alimentos que se les ofrecen están crudos, por lo que no les queda otra que comprar el menú especial.