Martes 26 de enero de 1999

 








 

 


FAMILIA
Selección del programa adecuado para su familia

Roberto L. DuPont Jr. M.D.

Teniendo en mente estos tipos de tratamiento, sugiero que trabaje con su comunidad. Un buen punto de partida son las páginas amarillas del directorio. Ahí encontrará la lista de los programas de droga y alcohol disponibles, normalmente bajo el título de "Abuso de drogas y adicción, información y tratamiento" e "Información de alcoholismo y centros de tratamiento". Otro lugar excelente para comenzar es su gobierno local; es probable que tenga una oficina de abuso de droga y alcohol que pueda darle una lista de las fuentes confiables de tratamiento de su localidad. También puede darle algunas ideas de cuáles considerar y cuáles evitar. Considere también la posibilidad de buscar ayuda de alguna sociedad siquiátrica del área. Los trabajadores sociales y los sicólogos son otras posibles fuentes de ayuda, así como la escuela pública local o la iglesia. Por supuesto, otra posibilidad es el consejo de su médico familiar y, si hay una escuela de medicina en su localidad, también puede prestarle ayuda.

Sin duda alguna debe llamar a AA (en el directorio). Si usted no es el usuario, pida a AA información sobre las reuniones de Al-Anon en su vecindario. Normalmente se realizan a las 8:30 de la noche en las iglesias o centros comunitarios, y su audiencia varía de 8 a 50 personas. Los miembros de Al-Anon, muchos veteranos de los programas de tratamiento, pueden dar evaluaciones de primera mano de los programas locales.

INVESTIGAR LAS POSIBILIDADES

Ya con la lista de los programas tal vez usted no tenga tiempo de investigar a todos. Así que, ¿cómo escoger? Si ha analizado la adicción de su familiar y valorado su seriedad, entonces tiene una idea clara de lo que quiere. Guíese por sus instintos y sus sentimientos. Basadas en razones bien sopesadas, algunas familias prefieren el enfoque de autoayuda, mientras que otras prefieren un enfoque más privado y profesional. Recuerde los hechos, costos y descripciones del programa. Si puede, arregle una vista a las instalaciones o facilidades del programa que está considerando y trate de hablar con otros pacientes y miembros de su familia. Recuerde que no está obligado a ingresar a ningún programa por el hecho de haberlo visitado o porque ha ido a una evaluación. Sea un consumidor educado. Seleccione el programa que se ajuste a las necesidades de su familia y a su presupuesto y que refleje sus valores y actitudes. Finalmente, no importa lo que haga, adhiérase a programas que tengan como objhetivo liberarse de las drogas. Quiero recalcar esto. Si escucha a un terapeuta hablando de un uso "responsable" o de uso "social", si habla de que ciertas drogas intoxicantes causan problemas pero otras no (como alcohol y mariguana), entonces le sugiero buscar otro terapeuta.

Cuando utilizo el término "libre de drogas" me refiero a un programa que rechace catóricamente la autoadministración de drogas adictivas. Esto significa desalentar activamente el consumo de alcohol y mariguana, cocaína y heroína. Sin embargo, hago la excepción en el caso de una droga prescrita por un médico. Creo que una vez que ha sido recetada por un médico, entra en una categoría diferente. Algunos pensarán que hago esta diferencia porque soy médico y busco disculpar a mi colegas. Al contrario. Para mí la cuestión central no es el nombre de la droga involucrada, o incluso su farmacología, sino saber si es "autorrecetada" y "autoadministrada". Cuando un médico controla la adminsitración de una droga debe ser, o debería ser, más fácil evitar un problema y la dependencia. En otras palabras, las drogas prescritas médicamente son diferentes sólo si el médico vigila activa y continuamente su uso, controlando con cuidado la dosis y la duración del consumo

 

 

 

 



 

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