La terrible novela de la vida de Britney Spears no termina. Primero fue internada en un hospital para realizarle algunos exámenes, luego llamó a su padre para culparlo de todo lo que había sucedido y rogarle que la sacara del lugar.
No sólo esto, también culpó a su mánager de drogarla para manipularla a su antojo y hacerle firmar papeles importantes.
Luego de todo el escándalo, Britney Spears abandonó ayer inesperadamente el hospital del cual tenía que salir en dos semanas. Los fotógrafos siguieron a la cantante ganadora de un Grammy hasta que la joven llegó a su casa y volviera a salir.
Lo único bueno en toda esta tragedia es que los padres de Britney se reconciliaron, y ahora tienen su custodia.