La presidenta electa costarricense, Laura Chinchilla, instó ayer a los países latinoamericanos a no "condicionar" sus relaciones a la ideología, sino a unir esfuerzos para resolver los problemas del continente, que en el caso de Costa Rica están marcados por el crimen organizado y la pobreza.
En una entrevista con la emisora colombiana Caracol Radio, confió en que "las relaciones entre el resto de América Latina" se basen en "un diálogo respetuoso, franco, abierto, en aras de unir esfuerzos para resolver los problemas concretos que hoy preocupan a los ciudadanos de la región".