A sus 66 años, Mercedes Cordero de Acuña logró alzarse con el título de Mujer Avon -este año- por su labor en el proyecto "Toda madre es maestra, que lleva a cabo desde nuevo Vigía hasta Cativá, en la provincia de Colón.
Originaria de la costa atlántica, la señora Cordero de Acuña tiene 29 años en el programa, pero toda la vida con la necesidad de ser maestra.
"Francamente, siempre me han gustado los niños, deseé ser maestra, pero nunca pude estudiar, por ello, cuando empezó el programa "Toda madre es maestra", me sentí motivada en participar", dijo la colonense después de su premiación.
Debido a que doña Mercedes vivía en el campo y a que las escuelas secundarias estaban en la ciudad, le fue imposible continuar sus estudios y convertirse en maestra, hasta que se presentó una oportunidad en la iglesia de su comunidad, donde se realizó una reunión con la señora Flor Eugenia Villalobo acerca del programa, en el que se le brinda una educación integral a los niños que no tienen recursos, por lo que estuvo más que dispuesta.
Mercedes, que atiende en Buena Vista Centro es la animadora del sector de la Transístmica, donde se atienden alrededor de 230 niños, en los cuales de cuatro a cinco maestras se encargan por comunidad y ella debe visitar periódicamente. El trabajo se inicia desde las 7:15 a.m. hasta las 12:30 p.m.
Este grupo de mujeres atiende a la niñez para que desarrolle todas sus habilidades, pero aprovecha para que los padres de familia, o el acudiente, durante todo el día que está el niño en el jardín, también pueda recibir formación, mejore su relación con su familia y que el niño crezca en un ambiente que sea cada vez mejor.
"Realmente noto que los padres están descuidando la formación espiritual del niño, y me he dispuesto a especializarme en religión. Una religión especial para los niños pequeños para que sepan que Dios es su amigo y que deben caminar con él. La familia no está sacando el tiempo necesario para encauzarlos por ese camino", asegura doña Mercedes.
MUCHA MAS QUE TRABAJO.
El día de esta emprendedora mujer se inicia a tempranas horas, preparando el desayuno de su familia, ya que es madre de cinco, y tiene 14 nietos.
Ella es una mujer que ha compartido su hogar, durante 46 años, con el señor Benito Acuña, quien en un principio no le brindó apoyo a su esposa porque quería tener la siempre a su lado.
"Los hombres están acostumbrados a que la mujer debe atender el hogar, actividad que hice a cabalidad cuando viví en la capital de Colón, donde se va a la iglesia cada domingo y ya. Al cambiarme a una comunidad más rural, la iglesia tiene otra connotación, en la que se puede participar como laico haciendo obras diferentes, y ahí fue donde yo empecé. Me daba mis escapaditas, y cuando se llegaba la hora de regresar, las rodillas me temblaban, pero en esa insistencia estuve por 10 años hasta que él empezó a ayudarme", recuerda la galardonada.
Hoy el señor Benito es un padre -maestro que lleva agua y leña a la escuela, pasea a los niños en el carro y la acompaña a todas partes.
Pero a Mercedes le encanta pasar tiempo con su familia, conversar y cenar todos juntos para lo que resta de la noche dedicarlo a preparar material didáctico para su familia.
Su tercera hija, llamada Melva, es la única que ha demostrado interés por el programa, pues desde los 14 años ha participado en todos los seminarios y charlas junto a su madre, y es quien le da ideas y la impulsó para que participara en el concurso, el cual nunca pensó ganar.
Con los nueve mil balboas que ganó para el proyecto, espera realizar una repartición equitativa en las escuelas de Colón, y cubrir las necesidades más urgentes de cada escuela, como las condiciones higiénicas, los utensilios deteriorados, etc.
