Luego de ser la mano derecha del empresario Javier Gómez López, y de administrar algunos de sus negocios, Roberto Añino confesó haberlo asesinado.
Según las investigaciones, el homicidio se debió a que Añino estaba sustrayendo dinero de Gómez López, quien días antes de su muerte lo había encarado.
El arma homicida- el eje de mando de un vehículo- fue encontrado en un río cerca a la finca, en La Mesa, San Martín, informó el jefe de la División de Homicidio de la PTJ, Hermelo Altamiranda.
El supuesto homicida tenía meses de cobrar el dinero de los negocios de Gómez, y al parecer tomaba parte del dinero.